viernes, 12 de junio de 2009

La increíble realidad artificial: Muerte parcial de un país


*Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia*

-Don Manuel, pos hombre, no podemos perder contra Ecuador en Lima, menos con Colombia allá- dijo J Del Solar.

-A mí qué mierda, igual la gente va a ir porque es idiota, es más, pensaba poner las populares dos por uno pero ya se jodieron, que paguen- respondió don Manuel.

-Pero don Manuel lo más probable es que nos goleen, usted sabe yo recién empiezo, coño, y no estoy muy seguro de cómo jugar- siguió J Del Solar, inseguro.

-Tú manda once huevones y ahí que se arreglen. Sobretodo ese Vargas y ese Guerrero que por tener un poco de plata ya creen que están a mi altura…encima quieren protestar…

-Ok, don Manuel- dijo J Del Solar mientras asentía la cabeza

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Colosalmente grasoso rondaba los pasadizos de Palacio. Luego de bambolear y agitar por algún rato su mofletuda figura se postraba en el sillón a devorar los manjares puestos por ciudadanos de segundo orden, por cobrizos uniformados que le decían qué más se le ofrece, y él los miraba con desdén.

-Señor Presidente, han matado a 24 policías y a más de 60 indígenas- le dijo Simón, su fiel lacayo que llegó corriendo tras la horrible noticia.

-¿Y? Lo de los policías dales el pésame a sus familias, pero no les mandes coronas porque sale muy caro, y lo de los indígenas di que fueron nueve y que fue culpa de Hugo y Evo. O si no échale la culpa al terrorismo.

-Pero…señor…

-Haz lo que te digo.

-Está bien.


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Dicen que la educación y el deporte reflejan el nivel de la sociedad civil de un país. Hace casi una semana empezó la vergüenza más grande que he tenido que afrontar desde el día en que nací. Bagua, una de las siete provincias del departamento de Amazonas, fue transformada en un campo de batalla, donde el olor sanguinolento de los cuerpos y el estrepitoso estallido de las balas adornaron el panorama.

Hace más o menos una semana también, la selección de fútbol de este mismo país volvió a romper con las ilusiones de ilusos hinchas.

¿Qué mierda les pasa a todos? ¿Hay algo en el ambiente? ¿Cómo es posible que un montón de niños malcriaditos- 120 para ser exactos- estén lanzándose insultos, improperios de la talla de “Tú vendes gas” y “Tú eres profesora”, mientras el resto del grupete, a punta de silbatinas y arengas cojudas incitan a seguir con el desorden, mientras al otro lado del país fallecen inocentes y policías (porque en el fondo también son inocentes algunos de ellos) que deben cumplir con el trabajo sucio de “barrer” con la zona para el enriquecimiento de los más imbéciles?

Y es que es increíble. Un grupo de peruanos peleándose entre sí para resolver un problema: Los once de Chemo – Los 120 de García. Un grupo de peruanos defraudando sistémicamente a toda una nación que se indigna cada vez que los ve en el ejercicio de su labor: Los once de Chemo – Los 120 de García. Una cabeza pútrida, que se zurra en las peticiones de todo un pueblo, que desprecia y nos dice, mediante sus títeres, que la situación va muy bien y que veremos resultados en el mediano y largo plazo: Manuel Burga Seoane – Alan García Pérez.

Esto ya parece un chiste. Los mismos mecanismos que se aplican en el fútbol se están aplicando en la política, creo que todo esto es reflejo de una decisión cojuda tras o otra.

Es increíble, indignante, patético, el nivel dirigencial que tenemos en todos los rubros. Amo al Perú y no me voy a sentir menos peruano por un puñado de imbéciles, pero por el amor de Dios paren esto. Me he quedado consternado con las desgarradoras escenas que he podido ver de madres llorando por sus hijos muertos, muertos por nada, por el capricho idiota de un gobierno completamente incompetente, muertos y ahora el gobierno les dice “héroes”. Serán mártires porque fueron enviados a morir al frente como peones prescindibles.

El otro lado de la moneda nos muestra un Perú olvidado, desconocido, como si Spielberg nos hubiese enseñado The Lost World, un Perú profundo que a nadie le interesa conocer y que cuando es abollado en su honor y sus derechos son atropellados y sus propiedades arrebatadas todos pitean por desconocimiento… porque ellos son cholos, indios, y nosotros no. Puta madre.

Las cifras oficiales de los muertos de la matanza nos hablan de 9 indígenas y 24 policías…9 indígenas, 9!!!! .-. no seas abusivo , en el sinfín de reportajes que vi en el transcurso de la semana se pudo apreciar por lo menos, al ojo, a dedo, unos 11; y eso, guiándome de una cámara de TV que simplemente pasa por ahí ¿Y me van a meter el floro de que son nueve? Qué pendejo.

Nuestra sociedad está podrida. Nuestro fútbol también. Un grupo de 11 amigos saltaron al césped el coloso de Ate y perdieron con Ecuador. El referente, el importante, el “europeo”, peleándose con un hincha e invitándolo a la cancha por que te voy a sacar la concha de tu madre. Chemo, riéndose y resignado, pensando más en su nuevo contrato con la Universidad Católica de Chile, y al lado un Puma Carranza que parecía estar vendiendo sánguche de pollo a sol a sol en la banca ¿Puma qué haces ahí?

Luciana León y su noviecito chileno en Manhattan. Mientras el 6 de junio un grupo peruanos se mataba entre sí por un trozo de tierra y por la derogatoria de una ley que hasta el momento no llega, la congresista aprista comía a cuerpo de rey (o reina en este caso). Cada cual puede hacer con su dinero lo que le plazca, lo que mejor le parece, pero también se debe tener un poco de criterio ¿O no? Algo de tino y respeto. No te expongas pues Lucianita bonita, chiquita, rubiecita, suavecita, no te vayas a comer al restaurant de Robert de Niro en Tribeca. Lucianita, tú eres linda, te queremos, no haces ni mierda en el parlamento más que bailar al ritmo de Motor y motivo, pero igual te queremos, no seas tan mononeuronal. Encima, para colmo de males, Francis Allison. Ya para qué voy a decir más, con decir su nombre nomás ya los mate: Francis Allison.

¡Sí! Ahora Francis Allison fue nombrado Ministro de Vivienda. El ex alcalde que gustaba de enfrentarse a agentes del orden público mientras su estado beodo le permitía a las justas tamborilearse para bajar de su camioneta 4x4, es ahora Ministro de Vivienda ¿Increíble no?

Esto no es periodismo, es un testimonio de alguien dolido, de alguien indignado que espera que la historia no se repita, que, aunque tiene 21 años y no vivió el terrorismo (solo sabe de él por terceros y por que lo leyó) espera que esos episodios no vuelvan a ocurrir y que no nos demos cuenta cuando, Dios no quiera, nos caiga un bombazo en la capital. Alguien que trata de incitar a la memoria colectiva, que quiere un Perú más transparente, mejor

¡García espero que te vayas a la cárcel! Ojalá respondas por lo de El Frontón, Lurigancho, Acomarca y Putis Cayara ¿Ya no recuerdas las matanzas en todos esos lugares? Ahora tratan de decir que esto no es un genocidio, que han sido víctimas de los indígenas de Bagua porque son terrucos ¡Sí, huevón! Terroristas con piedras y lanzas con un nivel militar organizativo casi nulo ¡Ya cuñao! Tratan de encubrir todo y pintarlo de color esperanza acá en Lima. En esta burbujita asquerosa.

¿Cómo la señora Cajahuanca pudo azuzar de esa manera y agitar sin una gota de responsabilidad a un grupo de indígenas, mintiéndoles, diciéndoles que el gobierno les iba a quitar todo y los iba a arrimar? ¿Así quieren que las cosas no se pongan feas? ¿De esta manera queremos ser más hermanos y comulgar con el progreso? (Un progreso arbitrario dicho sea de paso) Luego esta señora madre de la patria –con sarcasmo y lo digo sin reparo- sale con lágrimas de reptil en las mejillas diciendo “yo no sabía que esto podía pasar”.

Esto está consumado, jodidamente mal ¿En qué momento se había jodido el Perú, Zavalita?

Te juro hermano que más que nunca me está doliendo ser peruano, es como si hubiéramos apagado la luz y luego nos hubiéramos olvidado de dónde carajo estaba el interruptor. Lamentable hermano algunos nos sacamos la mierda chambeando, estudiando, viendo qué hacer para pagar y seguir adelante en la universidad, tratando de ser buena onda con los demás, hinchando al equipo de toda la vida, estudiando, buscando siempre dar un paso más, pero los que manejan el carro que empujamos, han puesto freno de mano y realmente eso hiere mucho” fue lo que me dijo un amigo al que estimo y quiero mucho. Razón no le falta. Él es mayor que yo y creo que también sabe muchas cosas más que yo, por eso lo escucho y lo respeto ¿Increíble no mi hermano?

Una vez más nuestra querida blanquirroja está fuera de un Mundial, de nuevo todos los amigos tendremos que comprar cervezas y algunas golosinas mortales para verlo por televisión. “La mejor generación de los últimos 50 años” como llamo Del Solar a este equipo se fue por un ducto.

En Bagua sigue muriendo gente, el toque de queda de 3 de la tarde a 6 de la mañana del día siguiente sigue instaurado, el terror avanza por las arterias de una nación que se desangra, de un pueblo que día a día se divide más y un rollizo mandatario sigue pensando que 400 mil no pueden quitarle el derecho a millones de peruanos porque no son ciudadanos de primer orden.

Qué incierto veo el futuro. Qué desesperanza recae sobre mí.

La redondez


Sé que te he descuidado en las últimas semanas. Probablemente quieres que te prometa que no lo volveré a hacer, lo lamento. Desde que nos encontramos y empecé a pervertirte con mis letras descoordinadas, tú sabías que la facultad de prometer algo me era esquiva, que era un desordenado, un vago sin brújula que de cuando en cuando caía por tus aposentos.

Perdóname. Debería contarte por qué lo de mi ausencia, pero serían simples excusas que también otras como tú quisieran escuchar. Lo que tú esperas son razones sinceras y no estupideces.


Te sientes ofendida porque crees que me siento con el derecho de garabatearte cuando me place, observas con recelo a esas otras hojas en blanco que se deslizan por mi lápiz (o por mi cursor) y se amontonan de palabras cargadas de obligación. Olvídate de eso. Tú no eres una obligación. El día que te conocí tú me estabas esperando, sé que yo te puse nombre…otro no te hubiera quedado más perfecto.


Aunque sean vanas y no justifiquen mi provisional exclusión de La redondez quiero, por el respeto que siempre te he tenido, exponerte las razones que me mantuvieron lejos de tu escritorio y de tus graciosas entradas que tan bien educadas están y obedecen sin reparo cuando se almacenan solas.


En estas últimas semanas Morfeo ha sido muy mezquino conmigo, me ha jugado malas pasadas y ha hecho que me acerque más a Dionisio. Es que hay muchas gentes que no comprenden lo difícil que es escribir, por eso, por su culpa, no he podido visitarte. Quieren cambiar unas monedas por un buen promedio, quieren que yo lo haga así tengan que atentar contra mi sueño. Pero no es culpa de ellos, yo no debería ser cómplice de tan vil proceder; lo lamento, tengo que comer, y que fumar, y que llevarla al cine, así que debo hacerlo.


Fueron dos crónicas de 5to, un reportaje de la misma categoría, un par de notas de sexto, otra que no tenía que ver conmigo, pero que, debo decirlo, me lo había pedido alguien a quien quiero tanto o más que a mí mismo, otra que me susurraba al oído un Abelardo Quiñones multiplicado por siete (Tú sabes que ese no lo podía dejar escapar) y además debía enfocarme en mis inútiles trabajos.


Para muestra un botón. Fíjate en las frases infructuosas que estuve hilando esta semana:


“…el sonido de la guitarra de Noam Gallagher y del cruce de manos por la espalda de su hermano mientras entonaban Wonderwall, o de la colosal y pegajosa lengua de Gene Simmons mientras el escenario estaba a punto de incinerarse, o tal vez del chancho rosa volando luego del “Another brick in the wall” de Roger Waters; hoy, el sueño de ver a estos artistas se hace realidad…”


Dime ¿Qué tan profundas son esas líneas, qué de kafkianas, o vargasllosinas, o cortazarianas –mucho menos borgianas- tienen entre sus fríos espacios? Yo te lo voy a decir…NADA. Todo por un puñado de soles. Pero un puñado de soles que a veces pagan los cigarrillos y el ron.

Reiterando mis más sinceras disculpas y sabiendo que no eres como cualquier otra, por más que seas novel y pequeña y no tan detallada aún, por eso, perdón por no haber recurrido a ti. Mi estimada y querida La redondez.


Atte. Leonardo Ledesma Watson